Esta es la segunda filmación de La flauta mágica que comento con amplitud en el blog. El año pasado escribí extensamente a propósito del famoso DVD de Colin Davis en Covent Garden (ver aquí), lleno de altibajos pero con una Diana Damrau y una puesta en escena que justifican por sí solos su visionado. En aquélla ocasión, lo confieso, se me fue un poco la cabeza y me puse a escribir reflexiones a propósito de la obra que nada tienen que ver con el análisis del trabajo de los cantantes, del director, etc. Pero estas entradas dedicadas a los DVD de ópera –cuatro decenas ya, que se dice pronto– son así, con un formato indescriptible: no se trata sólo de un análisis de la filmación, puesto que si es la primera vez que escribo sobre la ópera en cuestión también incluyo un resumen del libreto, con la intención de clarificarle algo las cosas al lector desinformado. Y también incluyo algunos datos históricos de la obra, que a veces son meras pinceladas y a veces párrafos realmente amplios, junto con reflexiones de tipo personal sobre la composición y los personajes. El resultado es una mezcla de análisis musical de la grabación, de artículo de opinión, de texto informativo sobre historia de la música y de resumen argumental. Un auténtico batiburrillo totalmente inclasificable.
Sin embargo, al ser esta la segunda Flauta que comento en DVD, voy a evitar ser repetitivo y me centraré única y exclusivamente en el análisis musical. Así lo he hecho con otros títulos de ópera que han sido comentados en más de una ocasión (La Bohème, Così fan tutte, Carmen, Tosca), de modo que quien quiera acceder al resto de la información no tiene más que hacer click aquí, en la entrada dedicada a la versión de Davis.
Confieso que siento simpatía por esta Flauta mágica de Wolfgang Sawallisch. Hace muchos años que me la regalaron en VHS (editada por Philips y no por Deutsche Grammophon, como el DVD, que adquirí también hace tiempo) y fue la primera vez que veía y no sólo oía esta ópera. La filmación proviene de la Ópera de Múnich y data de 1983. La propuesta escénica de August Everding, director también de la filmación, es absolutamente clásica, aunque pese a ello no ha envejecido nada bien. Hoy resulta bastante acartonada, y la utilización de paneles pintados de fondo es un recurso totalmente superado en nuestros días. La dirección escénica peca quizás también de cierto estatismo, aunque en conjunto hay momentos verdaderamente cucos, como por ejemplo el encuentro final entre Papageno y Papagena. Vamos, que se deja ver sin resultar particularmente llamativa. No es en la propuesta escénica donde se centra el interés de este DVD, sino en las voces.
Y es que esta Flauta mágica es quizá la más rotunda vocalmente de las que se distribuyen en DVD. Para empezar, tenemos a una extraordinaria pareja protagonista con Araiza y Popp. Francisco Araiza compone un Tamino sencillamente excelente. Su voz lírica luce un timbre bellísimo y muy delicado, al tiempo que viril. El instrumento es, en suma, el idóneo para el personaje, pues le permite explotar la doble faceta de Tamino como joven príncipe enamorado y como héroe valiente. Su Dies Bildnis es una verdadera lección de buen gusto de cómo trabajar bien una voz. Tal vez pudiera esperarse algo más de dramatismo escénico –no vocal– en su interpretación actoral, pero con semejante voz eso resulta una completa nimiedad.
Lucia Popp, a su vez, fue una histórica intérprete de la Reina de la Noche, como queda atestiguado con la imprescindible grabación de La flauta mágica de Klemperer. Resulta interesante, por tanto, verla en el más infrecuente rol de Pamina, en el que naturalmente triunfa. Hay algún ascenso un poco arrastrado al agudo, aunque nada en realidad que me parezca verdaderamente reprobable. Popp canta una Pamina realmente estupenda, y constituye una pareja excelente para el rutilante Tamino de Araiza. A veces uno escucha a Popp y piensa que ella es la mejor del reparto. A veces uno escucha a Araiza y piensa que el mejor es él. En suma, una pareja protagonista de verdadero lujo.
Menos rotunda resulta la pareja Sarastro-Reina de la Noche, entorno a cuyo enfrentamiento giran los acontecimientos de la ópera. Kurt Moll encarna a Sarastro ataviado como el mismísimo Conde Drácula, y aunque la voz no me parece especialmente bella, canta adecuadamente el papel. Donde naufraga realmente, según mi personal opinión, es en su concepción gélida del personaje. El Sarastro de Moll es el típico anciano sabio que puede despertar admiración en el público, pero no ternura ni calidez. En lo que concierne a la Reina de la Noche, Edita Gruberova realiza un trabajo vocal impecable, aunque falto en mi opinión de un punto necesario de fuerza y carácter. Incluso en su faceta agresiva del segundo acto, la Reina de Gruberova resulta algo “blanda” para mí, más centrada en la belleza y pulcritud del canto que en revestir paralelamente al personaje de un carácter y personalidad que resulten teatralmente creíbles. Sin desmerecer los méritos de Gruberova, la propia Popp es una Reina preferible, y lo que consigue Damrau con el personaje es de matrícula de honor.
Papageno. La voz de Wolfgang Brendel me parece perfectamente adecuada, y nuestro barítono va de menos a más a lo largo del primer acto. Escénicamente resulta simpático sin hacer demasiadas payasadas, aunque en lo vocal podría esperarse –quizás y sólo quizás– un puntito mayor de comicidad. Resulta cuanto menos curiosa la decisión de Everding de convertir a Papagena (Gudrum Sieber) durante su faceta de anciana en una estatua que cobra vida mágicamente, como si estuviéramos recordando en cierto modo al Comendador pero en clave de comedia.
El resto no es ya particularmente destacable. Norberth Orth (Monostatos) tiene una voz que considero simplemente fea, y el Orador de Jan-Hendrik Rootering adolece de los mismos problemas que el Sarastro de Moll, aunque aún más acentuados. Resulta correcto vocalmente, pero el papel está cantado sin el menor ápice de candidez, lo cual considero personalmente un error más o menos grave de enfoque. A fin de cuentas es el Orador quien con su carácter amable y abierto hacia Tamino consigue que este comience a abrir los ojos y a descubrir que Sarastro no es un mostruo malvado, sino el sabio dirigente del Templo de la Sabiduría. El Orador nunca debe ser como un bloque de hielo.
Bien las Damas, que también evolucionan a mejor durante su primera escena, así como los Muchachos y los Caballeros armados. Correcto también, aunque sin resultar particularmente destacable, el Coro de la Ópera Estatal de Bayer, dirigido por Günther Schmidt-Bohländer.
Frente a la Orquesta de la Ópera de Bayer tenemos a un Wolfgang Sawallisch plúmbeo desde la obertura. Hay momentos en los que realmente parece revivir, pero en líneas generales la dirección es claramente pesante y rutinaria, sin especial brillo ni personalidad. Por alguna razón que se me escapa, se omite el dúo Bewahret Euch del segundo acto.
Con sus cosas buenas y sus cosas menos buenas, esta Flauta mágica es la que probablemente cuenta con un reparto vocal más sólido de las que se distribuyen en DVD, aunque dista desde luego de ser una versión redonda. Mucho me temo que tal cosa no existe en DVD.
2 comentarios:
Como siempre muy pedagógico, interesante e instructivo. Me gusta cuando eres incisivo, ácido y punzante.
Un saludo.
Criticas faltas
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